El Mocase denuncia un inminente nuevo desalojo a pedido de una empresa "fantasma"

El Mocase denuncia un inminente nuevo desalojo a pedido de una empresa "fantasma"

En Santiago del Estero, comunidades de Pozo Pancho resolvieron resistir el desahucio informado por la Justicia en una zona de 7000 hectáreas. "Una empresa sospechada de ser 'fantasma' quieren arrancar de su terruño a familias que han vivido en ese lugar por casi cuatro generaciones", denuncian.

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) denunció que una empresa chaqueña impulsa el desalojo de las familias de Pozo Pancho, en el departamento de Alberdi. Fueron notificadas de la medida cuatro comunidades asentadas en un territorio que comprende unas 7.000 hectáreas. La orden, emitida por el juez civil de 5° Nominación, Luis Ricardo Macías, será resistida tal como resolvieron continuar en asamblea permanente, y eventualmente desplegar la resistencia de la autodefensa pacífica, según informó el Mocase-Santiago del Estero.

"Una empresa sospechada de ser 'fantasma' quiere arrancar de su terruño a estas familias que han vivido en ese lugar por casi cuatro generaciones", denunció el Mocase. Gabriela Villalba le dice a Cítrica que la fecha se cumplió el jueves 22 de septiembre, luego recibieron apoyo y marcharon con la bandera del Mocase. Esperaban que aparecieran los empresarios con la Policía pero no sucedió. "Por las dudas estamos en alerta", advierte.

Sus bisabuelos y tatarabuelos están sepultados en Pozo Pancho. Se dedican a la cría de ganado y "a lo que nos dé el monte", dice Gabriela. Así de simple. Ella tiene 29 años, es ama de casa, está casada y tiene dos hijos. Cuenta que diez familias serían perjudicadas por el inminente desalojo.

Estas comunidades están organizadas en la UPPSAN (Unión de Pequeños Productores del Salado Norte) en Pozo Pancho, una pequeña comunidad situada hacia el este de Santos Lugares, a 25 km de la ruta provincial 2 hacia San José del Boquerón. Allí viven familias de las comunidades del Porvenir, San Antonio y San Roque, productoras de la agricultura familiar que viven de la cría caprina, bobina, porcina, y complementan su economía con agricultura y producción forestal, en pequeña escala.

En 2010 comenzó un conflicto judicial con una empresa de la provincia del Chaco, Pasturas del Norte S.A., que tiene personería jurídica pero no registra impuestos ni regímenes activos, lo cual hace presumir al Mocase que se trata de una empresa fantasma. 

Días atrás se hizo presente en Pozo Pancho un oficial de justicia para notificar a las familias del lanzamiento. Así, el 15 de septiembre hubo una reunión para pensar, apoyar y acompañar en estas instancias difíciles a las familias, con la presencia del referente de la organización, Guido Corvalán, y el padre Carlos de la Parroquia Santo Cristo de Santos Lugares, junto a distintos delegados y delegadas de UPPSAN de Taco Pozo, Majancito, Las Palmitas, Curupaiti, Santos Lugares, Naranjitos La Melada, San Antonio, El Porvenir Las Parvas, La Overa, Santa Maria, San Antonio, San Cerafin, y El Churki. 

Allí se decidió continuar en asamblea permanente para estar en alerta, y si es necesario, "resistir con autodefensa pacífica". Según explicó el Mocase, "es imposible perder un juicio de esta naturaleza, teniendo en cuenta todo las mejoras que tienen en función de sus actividades productivas y de cómo la propia organización a ido gestionando en sus años de vida herramientas de políticas públicas y cómo los diferentes organismos del Estado nacional y provincial han tenido, y vienen teniendo presencia en estos territorios, por ejemplo el INTA, el Ministerio de Ambiente de la Nación, el Ministerio de Producción de la Provincia, y la Dirección de Bosques Provincial y Nacional, entre otros". 

Para el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, las sentencias judiciales siempre fueron en contra de las familias poseedoras ancestrales. "Como Movimiento nos toca afrontar esta cruel realidad, con la firme convicción de defender pacíficamente nuestro derecho a la tierra, a nuestras prácticas productivas tradicionales, el cuidado del monte en toda su dimensión", indicó. 

"Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias porque creemos en nuestra propia fuerza organizativa y sobre todo en nuestra conciencia, que tenemos el deber, y los derechos para resguardar la vida humana y desde ahí a nuestros recursos naturales, que son fuente de vida", agregó.

En tal sentido, el Movimiento interpeló a las instituciones del Estado municipal, provincial, nacional y "al campesinado mismo para cuidar nuestros recursos naturales que están en juego, y también en disputa dos modelos de producción".